Usualmente enseñamos a los niños a decir por favor y gracias, y les explicamos que es una descortesía no agradecer, so pena de un buen castigo o mínimo un regaño público, para que la gente sepa que nosotros estamos educando a nuestros hijos de la mejor manera.
Ahora bien. Te pido que cierres tus ojos y pienses si tu eres agradecido... posteriormente de este mini análisis abre tus ojos y continúa con la lectura.
Pues te quiero comentar que la mayoría de nosotros no somos agradecidos, se nos olvida todas las mañanas agradecer que tuvimos la dicha de abrir los ojos para disfrutar un nuevo día, que despertamos junto a una pareja, que en las mañanas las personas más importantes en nuestra vida nos dan un beso, que alguien tuvo un lindo detalle con nosotros, que alguien hizo el desayuno, que alguien o algunas personas se ocuparon de proveer recursos para todo lo que se necesita en casa, que tenemos agua caliente para bañarnos, se nos olvida y damos por asentado que como siempre lo tenemos no debemos de agradecer.
¿Oye? Pero si yo pago todo, yo soy quien trabaja, a mi me deberían de agradecer... tienes razón, a ti también te deben agradecer, pero eso solo lo lograrás si tu enseñas a tu familia a ser agradecida, ¿cómo? pues agradeciendo, ¿pero a quién? a esa energía universal, que te permitió despertar, que te condujo a tu maravilloso trabajo cuando estabas desempleado, que te permitió esa primera cita con el amor de tu vida, no todo es una coincidencia, todo fué una Diosidencia, así que si empiezas a agradecer todo lo que tienes, pronto recibirás más de todo lo que quieres. El agradecer es un imán para más cosas buenas semejantes a las que agradeces.
Enseña a tu familia a agradecer, y tu practica el agradecimiento.
Te invito a que 21 días te reúnas con tu familia a agradecer, anoten en una libreta todos los agradecimientos, no se vale repetir, es uno por cada miembro de la familia, y deben de ser diferentes, después de estos 21 días vas a ver un cambio sorprendente. No me creas nada, comprueba todo.
